Por Rick Steves.
Recientemente, el mundo marcó el décimo aniversario de la muerte de Juan Pablo II, uno de los Papas más queridos de los últimos tiempos. Durante su papado, de 1978 a 2005, fue la cara visible de la Iglesia católica, ya que trabajó para mantener su relevancia en un mundo cada vez más secular. Hoy en día, se conmemora en estatuas y pinturas a lo largo de las grandes iglesias de Europa, de la Catedral de Sevilla a la Basílica de San Antonio de Padua. Cuando estoy visitando Europa, a menudo me encuentro con uno de estos santuarios.
La tumba de Juan Pablo II reside en la Basílica de San Pedro en Roma. Cuando murió, cientos de miles se alinearon en el Vaticano para presentar sus respetos. En su funeral en la Plaza de San Pedro, la multitud empezó a corear "Santo subito, subito santo!" insistiendo en que se le canonizará como Santo (santo) inmediatamente (subito). Ellos no esperaron mucho tiempo. Fue canonizado en abril de 2014, nueve años después de su muerte - a velocidad de la luz para los procedimientos vaticanas.
La mayoría de los Papas se ponen a descansar en la cripta, cerca de la tumba de San Pedro. Los Papas especialmente populares, como Juan Pablo II, se encuentran en un lugar arriba, en el interior de la misma Iglesia de San Pedro. Con una simple losa de piedra con la inscripción "Ioannes Paulus PP II (1920-2005)", su tumba se encuentra debajo de una pintura de su santo favorito: San Sebastián, el mártir que con calma sufrió los golpes y dardos de los romanos paganos.
Un lugar que tenía un significado especial para Juan Pablo II es la localidad portuguesa de Fátima. El 13 de mayo de 1917, tres niños allí encontraron una visión de la Virgen María y se les pidió regresar ese mismo día cada mes durante seis meses. La última aparición fue acompañado por el "milagro del sol" donde el sol "bailó", este acontecimiento solar fue presenciado por miles de personas. Desde entonces, Fátima ha estado en el sendero de peregrinación el día 13 de cada mes.
Juan Pablo II amaba Fátima y la visitó tres veces. Después del atentado contra su vida el 13 de mayo de 1981 (coincidiendo con el primer día de peregrinación de Fátima), Juan Pablo II le atribuyó a la Virgen María de haberle salvado de la muerte. Él visitó Fátima en el primer aniversario del tiroteo para mostrar su gratitud. Durante su última visita, el 13 de mayo de 2000, el Vaticano reveló un secreto desde hace mucho tiempo que en 1917, Nuestra Señora de Fátima predijo un intento de asesinato contra un Papa.
El legado de Juan Pablo II sigue vivo en Fátima, donde un fragmento de una de las balas del intento de asesinato se encuentra dentro de la corona de la estatua de la Virgen. Y fuera de la Iglesia de la Santísima Trinidad existe una estatua de Juan Pablo II, frente a la explanada donde los peregrinos caminan en sus rodillas.
Mientras que Juan Pablo II es venerado en todo el mundo católico, es más querido en su país natal, Polonia, donde se encontrarán santuarios de Juan Pablo II donde quiera que vaya. Nacido como Karol Józef Wojtyła en la ciudad de Wadowice, Juan Pablo II fue el primer Papa no italiano en cuatro siglos. Durante décadas, vivió, estudió, y se desempeñó como sacerdote y arzobispo de Cracovia.
Imagínese que usted es un polaco en la década de 1970. Su país fue devastado por la Segunda Guerra Mundial y ha luchado bajo el régimen comunista desde entonces. La escasez de alimentos son una epidemia. Líneas de personas se extienden alrededor de la manzana para comprar pan decente. La vida es opresiva y parece desesperada. Entonces, alguien que hable su idioma, alguien que has admirado toda su vida, y una de las pocas personas que se destacan con éxito contra el régimen, se convierte en uno de los líderes más influyentes del mundo. Un polaco (al igual que usted) es el guía espiritual de mil millones de católicos. Él te hace creer que lo imposible puede suceder. Él te dice una y otra vez: "No tengas miedo". Y empiezas a creerlo, desafiando a tus opresores. No es difícil ver por qué muchos consideran Juan Pablo II como el polaco más importante de la historia.
Desde su canonización, el país entero ha estado gradualmente aumentando sus celebraciones. En las afueras de Cracovia, el nuevo Centro de Juan Pablo II es impresionante. Consagradó en 2013, la iglesia es grande y deslumbrante, con el arte en el santuario inferior destacando el ministerio del Papa. Un museo muestra sus pertenencias y regalos personales de todo el mundo.
En Wadowice, la casa familiar de Juan Pablo II y museo de cuatro pisos donde su familia vivió durante su adolescencia. Los visitantes pueden ver las habitaciones reales donde creció y una colección de sus pertenencias.
Pero para mí, una de las mejores experiencias de Juan Pablo II es ver todas esas pequeñas iglesias a través de toda Polonia, cada una de las cuales parece tener una capilla dedicada a "Su" Santo. Al ver a un hombre de nuestro tiempo allí en la pared, glorificado con los apóstoles y otros santos, es poderoso. Casi se puede sentir la presencia carismática de esta figura histórica, quien será honrado por siglos futuros.
Rick Steves escribe guías turísticas europeas y es anfitrión y presentador de programas de televisión y radio pública.
Rick Steves es Cristiano Luterano.
Recientemente, el mundo marcó el décimo aniversario de la muerte de Juan Pablo II, uno de los Papas más queridos de los últimos tiempos. Durante su papado, de 1978 a 2005, fue la cara visible de la Iglesia católica, ya que trabajó para mantener su relevancia en un mundo cada vez más secular. Hoy en día, se conmemora en estatuas y pinturas a lo largo de las grandes iglesias de Europa, de la Catedral de Sevilla a la Basílica de San Antonio de Padua. Cuando estoy visitando Europa, a menudo me encuentro con uno de estos santuarios.
La tumba de Juan Pablo II reside en la Basílica de San Pedro en Roma. Cuando murió, cientos de miles se alinearon en el Vaticano para presentar sus respetos. En su funeral en la Plaza de San Pedro, la multitud empezó a corear "Santo subito, subito santo!" insistiendo en que se le canonizará como Santo (santo) inmediatamente (subito). Ellos no esperaron mucho tiempo. Fue canonizado en abril de 2014, nueve años después de su muerte - a velocidad de la luz para los procedimientos vaticanas.
La mayoría de los Papas se ponen a descansar en la cripta, cerca de la tumba de San Pedro. Los Papas especialmente populares, como Juan Pablo II, se encuentran en un lugar arriba, en el interior de la misma Iglesia de San Pedro. Con una simple losa de piedra con la inscripción "Ioannes Paulus PP II (1920-2005)", su tumba se encuentra debajo de una pintura de su santo favorito: San Sebastián, el mártir que con calma sufrió los golpes y dardos de los romanos paganos.
Un lugar que tenía un significado especial para Juan Pablo II es la localidad portuguesa de Fátima. El 13 de mayo de 1917, tres niños allí encontraron una visión de la Virgen María y se les pidió regresar ese mismo día cada mes durante seis meses. La última aparición fue acompañado por el "milagro del sol" donde el sol "bailó", este acontecimiento solar fue presenciado por miles de personas. Desde entonces, Fátima ha estado en el sendero de peregrinación el día 13 de cada mes.
Juan Pablo II amaba Fátima y la visitó tres veces. Después del atentado contra su vida el 13 de mayo de 1981 (coincidiendo con el primer día de peregrinación de Fátima), Juan Pablo II le atribuyó a la Virgen María de haberle salvado de la muerte. Él visitó Fátima en el primer aniversario del tiroteo para mostrar su gratitud. Durante su última visita, el 13 de mayo de 2000, el Vaticano reveló un secreto desde hace mucho tiempo que en 1917, Nuestra Señora de Fátima predijo un intento de asesinato contra un Papa.
El legado de Juan Pablo II sigue vivo en Fátima, donde un fragmento de una de las balas del intento de asesinato se encuentra dentro de la corona de la estatua de la Virgen. Y fuera de la Iglesia de la Santísima Trinidad existe una estatua de Juan Pablo II, frente a la explanada donde los peregrinos caminan en sus rodillas.
Mientras que Juan Pablo II es venerado en todo el mundo católico, es más querido en su país natal, Polonia, donde se encontrarán santuarios de Juan Pablo II donde quiera que vaya. Nacido como Karol Józef Wojtyła en la ciudad de Wadowice, Juan Pablo II fue el primer Papa no italiano en cuatro siglos. Durante décadas, vivió, estudió, y se desempeñó como sacerdote y arzobispo de Cracovia.
Imagínese que usted es un polaco en la década de 1970. Su país fue devastado por la Segunda Guerra Mundial y ha luchado bajo el régimen comunista desde entonces. La escasez de alimentos son una epidemia. Líneas de personas se extienden alrededor de la manzana para comprar pan decente. La vida es opresiva y parece desesperada. Entonces, alguien que hable su idioma, alguien que has admirado toda su vida, y una de las pocas personas que se destacan con éxito contra el régimen, se convierte en uno de los líderes más influyentes del mundo. Un polaco (al igual que usted) es el guía espiritual de mil millones de católicos. Él te hace creer que lo imposible puede suceder. Él te dice una y otra vez: "No tengas miedo". Y empiezas a creerlo, desafiando a tus opresores. No es difícil ver por qué muchos consideran Juan Pablo II como el polaco más importante de la historia.
Desde su canonización, el país entero ha estado gradualmente aumentando sus celebraciones. En las afueras de Cracovia, el nuevo Centro de Juan Pablo II es impresionante. Consagradó en 2013, la iglesia es grande y deslumbrante, con el arte en el santuario inferior destacando el ministerio del Papa. Un museo muestra sus pertenencias y regalos personales de todo el mundo.
En Wadowice, la casa familiar de Juan Pablo II y museo de cuatro pisos donde su familia vivió durante su adolescencia. Los visitantes pueden ver las habitaciones reales donde creció y una colección de sus pertenencias.
Pero para mí, una de las mejores experiencias de Juan Pablo II es ver todas esas pequeñas iglesias a través de toda Polonia, cada una de las cuales parece tener una capilla dedicada a "Su" Santo. Al ver a un hombre de nuestro tiempo allí en la pared, glorificado con los apóstoles y otros santos, es poderoso. Casi se puede sentir la presencia carismática de esta figura histórica, quien será honrado por siglos futuros.
Rick Steves escribe guías turísticas europeas y es anfitrión y presentador de programas de televisión y radio pública.
Rick Steves es Cristiano Luterano.
